En mi familia existe amor por las miniaturas, si cuando mis hermanas y yo éramos pequeñitas mi madre compró una preciosa casa en miniatura y decoró cada uno de sus cuartos, empapeló las paredes, forró suelos, compró la vajilla ,cubertería y cada uno de los detalles incluidas alfombras persas para decorar sus estancias.
Después de 37 puedo decir orgullosa que soy la dueña, junto con mi pequeña Lucía de esa maravillosa Casa de Muñecas, en cuanto termine de arreglar algunos
desperfectos propios del paso del tiempo y de alguna que otra mudanza , os la enseñaré porque la verdad es que merece la pena.
Así que después de tan valioso detalle decidí regalarles una puerta.
Ésta es la puerta que regalé a mis padres para que formara parte de la decoración del salón de su casa.
En blanco.
Tenéis que reconocer que el felpudo es una monería !!!
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